Los muros

La rebeldía es como un hombre que da su puño contra un muro, se descarga, pero nunca lograra derribar el muro, en ocasiones golpea con mucha pasión, hasta se escucha el ruido del impacto, pero lo hace sin dirección, sin método, sin analizar donde, ni cuando, golpear con su puño. Ese hombre se terminara cansando, le dolerá su mano, en un momento no podrá más, y lo hará cada vez más despacio, hasta que finalmente, dejara golpear
Los revolucionarios, somos muchos puños juntos, con dirección, con método, tratamos de perfeccionarnos para golpear mejor, buscamos muchos puños más, y le avisamos a la gente como el señor, que se nos puede unir, algunos se nos unen, pero otros, nos dicen que ellos solo golpean para descargarse, otros, que quieren que su mano entre en la pared del muro, y derrumbarlo desde adentro (a esos les respondemos, que otros hombres lo han intentado, se quedaron trabados, y comenzaron a formar parte de la estructura del muro), otros que solo golpean para que el muro les solucione sus problemas (esos son los más estupidos ¿como un muro podría solucionar algún problema humano?)
El problema, es que todos esos hombres, con sus puños, no van a derribar el muro, que a nuestro modo, se han podido derribar algunas partes del muro, y que los rebeldes, se terminan cansando y dejando de golpear, los unicos que no paramos hasta derrumbar el muro, somos los revolucionarios.