lunes, 13 de julio de 2015

Ves una película de gente con cáncer para darte cuenta que la vida no es así:
No vas a tener epifanías sobre la existencia universal, ni viajaras a Europa, ni conocerás a un escritor loco, ni vas a conocer al amor de tu vida  personificado por un galán rubio, musculoso e inteligente.
No, probablemente todo se trate más de vómitos, vitaminas, clínicas, tramites, tu vieja llorando mientras tiene una nueva crisis nerviosa, vos tratando de que nadie se entere y buscando alguna película idiota para no sentirte tan sola, o peor, acompañada de esos pelotudos que hacen rondas en una iglesia para repetir frases trilladas de Rolón mientras hablan del color de la mierda que cagaron el día anterior y repetir, insoportablemente, como confían en un tipo llamado "Dios", que les va a solucionar todos los problemas que los avances en medicina son incapaces de solucionar, aunque vos sabes que a Dios le importan un carajo las vidas de esas miserables personas.
Todo es tan mecanizado, tan despersonalizado y te sentís un grano en el infinito culo del universo. Una pila de títulos de auto-ayuda te explican que vas a tener diferentes etapas que vivirás de exactamente como se describen en tal libro sin importar que seas una persona diferente, con procesos diferentes, con vínculos diferentes, con una personalidad diferente.
Vos, en algún punto buscas que tu vida sea al menos un poco parecida a la de la chica de la película, tratas de no ser una ridícula que le cuente a todo el mundo lo que te pasa, tratas de no contarlo para que tus amigos, ni tu familia, ni tu abuela, ni el perro sientan lastima por vos pero no podes evitar llorar desconsoladamente...
Sobre todo porque sabes que tu vida es demasiado chiquita para ser recordada, que ni siquiera llegaste a cumplir con lo que se espera de vos, porque sabes que algunos mecanismos de tu vida familiar dependen demasiado de tu existencia para que puedan seguir luego de tu muerte pero para el resto de los mortales vas a ser solamente, y con mucha suerte, un anuncio en la sección "Funebres" del diario Clarin, una tumba en el cementerio de la Chacarita, un post de facebook explicando lo buena que eras y lo que lamentan tu perdida.
Solo me queda Ariel, sus ojos verdes chispeantes, sus teorías de la conspiración planetaria,sus besos de novela de Corin Tellado y todo eso que hace que no me sienta tan sola en el universo  

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