Dios te deposita en el infierno
A veces te da un cuerpo
También te da un alma
Y quizás un espíritu
El alma se rompe en pedazos
Muchas veces se arregla
Muchas veces no
Los animales se comen unos a otros
Muchos hombres tienen hambre
Demasiados tienen hambre de amor
Una vez me dijiste
"¿Sabes Lu, lo que más me apena de los vagabundos?
Que viven sabiendo que nadie los ama"
Hay hombres que viven luchando
Otros, como nosotros, viven con miedo
En el abismo, sin elegir nunca un camino
En la montaña rusa, a punto de caer
Pero nada de eso importa
Quizas era el intento desesperado de buscar una razón para estar juntos
Quizas queríamos no ser como los otros
No tener problemas triviales
Y al final
Me termine enojando porque tiraste ceniza del pucho en el plato del almuerzo
O no se porque me enoje, ya no importa, no quiero sentir más nada
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